“Un pueblo no se destruye con balas se destruye con hambre”
EN MEMORIA AL LÍDER POPULAR JORGE ELIECER GAITÁN
Jorge Eliécer Gaitán nació el 23 de enero de 1903 en la pequeña población de Manta, departamento de Cundinamarca, y se convirtió en candidato del Partido Liberal a la Presidencia de Colombia con altas probabilidades de ser elegido en los elecciones de 1949, debido al gran apoyo popular que tenía, especialmente de la clase media y baja.
En 1920 comenzó sus estudios en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Colombia, de la cual se tituló de abogado en 1924 con la tesis Las ideas socialistas en Colombia en la que mostró su pensamiento e ideología contrarios a la oligarquía reinante en esta nación. La lucha, pensamiento y legado de Jorge Eliécer Gaitán se mantienen vigentes, tanto en la memoria de sus compatriotas como en la historia de América Latina. Su asesinato desató uno de los más crueles capítulos de la vida política de la nuestro país.
Tres balas atravesaron el cuerpo del líder popular aquella tarde del 9 de abril de 1948 y provocaron la pérdida de uno de los más notables exponentes de las luchas sociales en Colombia y en el continente. Su muerte terminó de abrir las fracturas políticas y sociales de una Colombia sometida entonces al poder de una élite dominante que responde a los más oscuros intereses del imperialismo estadounidense. Desde ese momento, muchas son las preguntas que quedaron abiertas en un pueblo que soñaba con una Colombia más independiente y que veía en Gaitán la fórmula para conseguir los tan anhelados principios de igualdad y equidad.
La muerte de Gaitán produjo una explosión del pueblo colombiano que activó a las multitudes que apoyaban al candidato a la presidencia Colombiana y reprochaban el gobierno de turno. Inicialmente, la rebelión social produjo saqueos en el centro de Bogotá que luego se fueron esparciendo por gran parte de la ciudad y se extendieron en varias ciudades de Colombia. Estos hechos llevaron a la revuelta nacional en contra del Gobierno del presidente Luis Mariano Ospina Pérez, a quien se le exigía la renuncia. Algunas emisoras radiales fueron tomadas por los seguidores de Gaitán, quienes transmitieron información y órdenes destinadas a dirigir la toma del Gobierno. Pero, el Régimen de entonces no se quedó de brazos cruzados y utilizando grupos paramilitares de exterminio comenzó una persecución contra todos los seguidores del líder socialista bajo la excusa de restablecer la paz en Colombia.
Han transcurrido casi 60 años del asesinato por parte del fascismo de Jorge Eliécer Gaitán, el cual marcó la historia de Colombia. Hoy después de su muerte la nación colombiana se encuentra ante una situación similar, con el agravante de que el gobierno de Álvaro Uribe Vélez retoma elementos del programa de Laureano Gómez para implementar un régimen fascista autoritario, ha condicionado el país a los intereses del imperialismo norteamericano y sus multinacionales, al servicio de las clases dominantes y del sector emergente proveniente del paramilitarismo y el narcotráfico, que algunos denominan mafioso, calificando de “terrorista” a todo aquel que se oponga a sus políticas y como en esa época con el objetivo de “salvar la patria del peligro comunista”.
"Porque el gobierno colombiano tiene la metralla homicida para el pueblo y la rodilla puesta en tierra ante el oro americano"[Gaitán "1928, Masacre en las Bananeras"]
Actualmente se desconoce el paradero de sus restos, puesto que el actual presidente de Colombia Álvaro Uribe, desde hace cinco años, ha prohibido la visita a la tumba del prócer a sus familiares, a su hija Gloria Gaitán y a los seguidores del Gaitanismo. Además de esta infamia, el presidente Uribe autorizó incautar y posteriormente incinerar todo el material audiovisual como: documentales, archivos, cartas, escritos y todo lo que tenga que ver con la preservación de la memoria de Gaitán.
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