“Si no ayudamos en la verdadera y profunda transformación de esta sociedad, seguiremos padeciendo progresivamente la pobreza y la miseria que nos hacen vivir en este país”
“En diciembre cuando yo era niño, ah!! Eso si era muy bueno, en todo el terreno se preparaba comida, y uno le llevaba a los tíos, a los primos, natilla, marrano, dulce de papayo desamargado, brevas, arequipe y queso. El marrano no se rellenaba como ahora, ese animal se mataba y se comía su carne bien preparada. La gente bailaba con pañuelo “rabo de gallo”. El día de la noche buena, nosotros pensábamos que el niño Dios traía a nuestros hermanitos. Se bailaban pasillos, boleros de “toña la negra”, pasodobles, pasillos y bambucos.”Adulto Mayor
“Los veinticuatro de Diciembre comíamos sancocho de gallina, marrano, buñuelos, natilla y bandeja paisa. Escuchábamos música alegre y nos quedábamos despiertos hasta las 10:00p.m ese día, y el resto de días íbamos a dormir a las 8:00p.m. Rezábamos la novena al niño Dios y Él dejaba los aguinaldos debajo de las almohadas de los niños, los regalitos eran avioncitos, trompos, yoyos y muñecas para las niñas” Abuela de la comunidad.
“Recuerdo que en mis navidades comíamos buñuelo, natilla y que el niño dios me traía aguinalditos” Abuela del sector.
“Ya tengo varios años sintiendo que por más que se contribuya en las navidades y en los momentos de desastres con un juguete, con ropa o comida para los que no tienen un par de zapatos que usar; si no ayudamos en la verdadera y profunda transformación de esta sociedad, seguiremos padeciendo progresivamente la pobreza y la miseria que nos hacen vivir en este país” Adulto mayor de la comunidad.
Algunas personas sólo les interesan los regalos y se olvidan del por qué de la fecha, otras siguen la costumbre de ir a las misas, otras valoran y aprovechan la fecha para compartir con sus seres queridos, unas conservan los tradicionales villancicos, y parrandones, pero muy pocas se dedican a actuar para CAMBIAR ESTA SOCIEDAD
¡Vecinos y vecinas unámonos porque estas fechas de dar y recibir amor no se siguán convirtiendo en lo que se han vuelto hoy; banalidad. Luchemos por cambiar esta situación y construir un país donde lo que prime sea la sociedad, pues amor no es un regalo caro, ni el último blackberry, sino esa fuerza y esa solidaridad que tenemos para con nuestros prójimos!
“En diciembre cuando yo era niño, ah!! Eso si era muy bueno, en todo el terreno se preparaba comida, y uno le llevaba a los tíos, a los primos, natilla, marrano, dulce de papayo desamargado, brevas, arequipe y queso. El marrano no se rellenaba como ahora, ese animal se mataba y se comía su carne bien preparada. La gente bailaba con pañuelo “rabo de gallo”. El día de la noche buena, nosotros pensábamos que el niño Dios traía a nuestros hermanitos. Se bailaban pasillos, boleros de “toña la negra”, pasodobles, pasillos y bambucos.”Adulto Mayor
“Los veinticuatro de Diciembre comíamos sancocho de gallina, marrano, buñuelos, natilla y bandeja paisa. Escuchábamos música alegre y nos quedábamos despiertos hasta las 10:00p.m ese día, y el resto de días íbamos a dormir a las 8:00p.m. Rezábamos la novena al niño Dios y Él dejaba los aguinaldos debajo de las almohadas de los niños, los regalitos eran avioncitos, trompos, yoyos y muñecas para las niñas” Abuela de la comunidad.
“Recuerdo que en mis navidades comíamos buñuelo, natilla y que el niño dios me traía aguinalditos” Abuela del sector.
“Ya tengo varios años sintiendo que por más que se contribuya en las navidades y en los momentos de desastres con un juguete, con ropa o comida para los que no tienen un par de zapatos que usar; si no ayudamos en la verdadera y profunda transformación de esta sociedad, seguiremos padeciendo progresivamente la pobreza y la miseria que nos hacen vivir en este país” Adulto mayor de la comunidad.
Algunas personas sólo les interesan los regalos y se olvidan del por qué de la fecha, otras siguen la costumbre de ir a las misas, otras valoran y aprovechan la fecha para compartir con sus seres queridos, unas conservan los tradicionales villancicos, y parrandones, pero muy pocas se dedican a actuar para CAMBIAR ESTA SOCIEDAD
¡Vecinos y vecinas unámonos porque estas fechas de dar y recibir amor no se siguán convirtiendo en lo que se han vuelto hoy; banalidad. Luchemos por cambiar esta situación y construir un país donde lo que prime sea la sociedad, pues amor no es un regalo caro, ni el último blackberry, sino esa fuerza y esa solidaridad que tenemos para con nuestros prójimos!
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